Gustavo Fernández: abanderado de una ilusión
Juegos Paralímpicos
El tenista cordobés llevará mañana la bandera argentina en la ceremonia inaugural de Río de Janeiro 2016. "Sólo planeo disfrutar de cada momento, porque siento que esto es algo que te pasa una sola vez en la vida”, le dijo el a Clarín.
Gustavo Fernández ingresará mañana al Maracaná con una enorme sonrisa en su rostro y la bandera argentina en sus manos durante la ceremonia inaugural de los Juegos Paralímpicos, que se desarrollarán en Río de Janeiro hasta el domingo 18. Es que el tenista de 22 años fue elegido por el Comité Paralímpico Argentino para ser quien encabece la delegación de 85 atletas en el desfile de apertura. Y el abanderado de esta ilusión habló con Clarín sobre esa responsabilidad y sobre sus chances de medalla en Río.
“Es algo muy especial para mí, porque se te presenta una vez en tu vida y porque es un honor enorme llevar la bandera, por todo lo que representa”, confesó el cordobés. “A mí siempre me gusta jugar por mi país, pero este hecho es algo que me motiva aun más y a la vez me inspira mucho para lo que viene después. En mi cabeza sólo planeo disfrutar de cada momento de la ceremonia, porque siento que esto es algo que te pasa una sola vez en la vida”.
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El actual número 5 del mundo no llega a estos Juegos Paralímpicos con la misma preparación que a Londres 2012, donde cayó en los cuartos de final con el francés Stephane Houdet en tres sets. “Creo que este año estoy mejor. Siento que en el tiempo que ha pasado tuve muchos partidos importantes con distintos tipos de presiones que me ayudan a estar mejor preparado desde lo mental y sobre todo a estar más maduro tenísticamente. A Londres fui pensando que tenía chances de ganar alguna medalla, pero no se dio. A Río llego con chances concretas”, expresó.
“Vengo trabajando muy enfocado en el día a día para lograr que mi cabeza no se disperse con la ansiedad que la espera produce -dijo-. También estoy trabajando mucho lo físico y lo técnico, con tres horas de tenis por día y otras dos de gimnasio para llegar en las condiciones ideales”.
Determinado, intenso y luchador, como él se describe, durante su carrera en el circuito profesional ha logrado 17 títulos en singles. Sin embargo, el último fue el más importante para él. Ganar Roland Garros fue cumplir un sueño que tenía desde muy pequeño. “Esa semana pude cumplir y concretar por fin, todo lo que venía trabajando. Me sirvió como inyección anímica de cara a lo que se viene”, le dijo a este diario.
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Los Juegos Paralímpicos tienen ese “no se qué” tan especial que hace que los deportistas se sientan mucho más motivados. Gustavo no es la excepción. Y su familia tiene las mismas sensaciones. Es por eso que tanto su madre como su novia y otros familiares lo van a acompañar tanto en la ceremonia de apertura como en su estadía en los Juegos. Su padre, Gustavo “Lobito” Fernández, no podrá seguirlo durante todo su recorrido en Río por razones laborales. “Le dije que eligiera cuándo quería venir a verme: en la ceremonia o si llego a jugar por una medalla. Y me contestó que eligiera yo. Le dije que no y cuando le pregunté de nuevo, me dijo que todavía no lo había sacado”. ¿Irá de sorpresa?
