Walter Otta: Me encantaría dirigir en Córdoba
- MUNDO D
- 16 jun 2017
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El entrenador riotercerense condujo a Deportivo Morón a la B Nacional. La historia de un trotamundos que, a los 43 años, sueña en grande.
Las carnicerías de Río Tercero tendrán estos días un poquito más de trabajo de lo normal. Porque son muchos los amigos que esperan a Walter Otta con un “asadito” para festejar el logro que acaba de conseguir el entrenador, quien ascendió con Deportivo Morón a la B Nacional realizando una campaña fantástica.
El DT cordobés, de 43 años, se ganó el cariño de los hinchas del “Gallito” al conseguir un logro que se hizo esperar 17 años. Sin embargo, por estas tierras se conoce poco sobre la vida de Otta, quien como futbolista comenzó en 9 de Julio de Río Tercero, donde debutó con apenas 15 años.
“A los pocos días de eso armé el bolsito y me fui a Buenos Aires. En Villa Dálmine me hicieron un lugar en la pensión y también me daban comida, así que me fui nomás”, recordó el cordobés, quien luego se convirtió en un “trotamundos”.
Desde su llegada a Campana, su vida cambió. No sólo como deportista, sino que allí conoció a su mujer, Adriana, con la que tiene tres hijos: Facundo, Franco (es futbolista, juega en Villa Dálmine) y Federico.
Como delantero llevó sus goles por Chile, Inglaterra, España, Honduras, Bolivia, Portugal, Ecuador, Canadá, Perú y Alemania, casi siempre en equipos del ascenso. Tras un nuevo paso por Villa Dálmine y otro por Sportivo Barracas, dejó el fútbol jugando para Fénix en 2009.
Al año siguiente tomó las riendas como DT de su querido Dálmine, en donde hizo debutar al ex-Talleres Nazareno Solis.
“Como futbolista tuve suerte de andar por todos lados. Incluso en un momento estuve cerca de ir a Instituto”, le dijo Otta a Mundo D con un acento cordobés que no pierde pese a llevar muchos años fuera de la provincia. “Pasa que vino mi hermano y listo, al toque se me vuelve la tonada. Vivo en Campana hace mucho tiempo, pero mi ciudad sigue siendo Río Tercero”, cuenta entre risas.
–¿Y en Córdoba te gustaría trabajar? –Nunca tuve chances de entrenar a un equipo allá. Me encantaría dirigir en Córdoba. Yo siempre trabajé en el gran Buenos Aires y en Mar del Plata. Pero donde más estuve fue en Dálmine, cuatro años en total.
–¿Sentís que este logro en Morón puede cambiar tu vida? –Nosotros en el cuerpo técnico creemos que nos va a cambiar un poco nuestra carrera, la repercusión fue impresionante. Morón hace mucho no podía lograr un título, la idea es hacer una buena campaña y ojalá se abran algunas puertas.
–¿Se puede soñar con un Morón en Primera? –Yo creo que el hincha está ilusionado, pero el objetivo principal es otro. Con seis descensos, lo primero es mantener la categoría. Pero es un club que tranquilamente podría jugar en la máxima categoría. Los otros días había 30 mil personas en la cancha, el estadio es hermoso, inmenso.
La escuela del “Muñeco”
A Otta le gustan los equipos de “buen pie”. Por eso no duda en señalar a Marcelo Gallardo como un referente, aunque también admira al chileno Manuel Pellegrini.
“Tengo la suerte de tener un amigo en común con Gallardo, a veces nos llaman para jugar amistosos. Es un referente, un entrenador que siempre mira el arco de enfrente. Tiene muchas cosas para imitar”, cuenta el DT, que vendrá a Córdoba para descansar y culminar la ronda de festejos.
Al momento de hablar sobre cómo juegan sus equipos, explicó: “Tenemos la idea de poner la mayor cantidad de gente con buena técnica dentro de la cancha. Obviamente, hay que tener de todo. Muchos jugadores de buen pie, la base es esa”.
-¿Cómo analizás el presente de los equipos de Córdoba? –A Instituto lo fui a ver con Villa Dálmine, me gustó mucho la idea que planteó (Claudio) Demaría. Esa tarde jugó muy bien, con un Paulo Rosales en plenitud. Belgrano tiene una transición importante después de una camada de jugadores que le dio mucho. Y a Talleres lo sigo por una cuestión afectiva especial, el trabajo que hizo (Frank Darío) Kudelka fue increíble. Queríamos que le fuera bien a Nazareno (Solis).
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